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ARTE POPULAR O FOLKLORE

CUECA (FOTO)
El arte popular se expresa generalmente en el término folclore. Folclore significa sabiduría popular; abarca todos los conocimientos que se trasmiten oralmente y todas las habilidades o técnicas que se aprenden por imitación o mediante el ejemplo, así como los productos resultantes.
Los objetos fabricados en serie y los conocimientos adquiridos por medio de libros o de una educación formal son parte de la cultura, que comprende la totalidad del saber, pero no pertenecen al folclore.
En las sociedades no alfabetizadas folclore se identifica con cultura, pero en las industrializadas constituye solamente una parte de ella. Los antropólogos y los humanistas han definido el folclore de diferentes maneras, pero todos coinciden en considerar ajeno a él todo conocimiento trasmitido por escrito.
El folclore abarca todo lo popular: el arte, la artesanía, los útiles, los trajes, las costumbres, las creencias, la medicina, las recetas, la música, los bailes, los juegos, los gestos, el habla, así como aquellas manifestaciones orales que han sido calificadas de literatura popular, pero que responden más exactamente a la denominación de arte verbal u oral. Este último, que comprende cuentos populares, leyendas, mitos, proverbios, adivinanzas y poesía, ha constituido desde los orígenes de la especialidad el objetivo primordial de las investigaciones folclóricas, tanto entre los humanistas como entre los sociólogos y antropólogos.
El interés de los europeos por el folclore se remonta por lo menos al siglo XVI y la era de los grandes descubrimientos, pero generalmente se considera que el estudio moderno del mismo data de principios del siglo XIX, época en que los hermanos Grimm empezaron a recoger cuentos populares alemanes. El término fue acuñado en 1846 por William John Toms, quien hizo un llamamiento para que se recogieran en Inglaterra “los usos, costumbres, ritos, supersticiones, baladas, proverbios, etc., de tiempos pasados” para ser estudiados y comparados con el material reunido por los hermanos Grimm y otros especialistas.
En Chile
En el siglo XVI, la entrada de los descubridores por el norte de Chile significó la incursión en territorios que pertenecían al Imperio Inca, y que llegaban hasta el río Maule. El contacto con las comunidades indígenas supuso el encuentro con su organización social y con su forma de ver el mundo, que implicaba un determinado tipo de ritualística que, como tal, iba acompañada de música. Este hecho, sin embargo, no fue tenido en cuenta por los colonizadores, quienes, por su parte, traían consigo todos los instrumentos propios del ejército: tambores, trompetas y, en general, todo aquello que formaba parte de las bandas militares de la época.

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